Un leve pero ensordecedor sonido, una noche normal, el ordenador, unos audifonos y un micrófono. Esas cosas convirtieron una noche típica y normal en una especial...
Se hizo el silencio en aquella conversación incoherente que sólo contigo podía tener y todo pareció calmado, tal como un funeral pero sin sollozos ni un cuerpo carente de vida.
En cuestión de segundos que parecieron horas rompiste aquel fúnebre silencio con notas de una canción por el momento inentedible, no lo soporté y me ví forzada a preguntar "¿Qué demonios es eso?", pregunta que no respondiste así que la escribí... Pusiste pausa al leer lo que habia plasmado en esa hoja y mis oidos dejaron de sufrir, yo me calmé.
Aún no habias respondido mi pregunta pero me mostraste la canción de nuevo, la escuché, la oí, la sentí y sencillamente ese sonido bruto e insoportable que antes me torturaba pasó a ser uno suave, con sentimientos y en cierto modo... Significativo.
Desde entonces oigo esa canción y trae recuerdos de quien me la mostró... Tú. Un amigo único, sin comparación, al que quiero ahora y querré hasta que no pueda más. Justo acabo de cantar esa letra que me recuerda a tí, esa letra que simplemente adoro.
"Porque te quiero, porque no eres uno más de los miles, por ser único, por entederme, por aguantarme, porque siempre estás, por corregirme cuando me equivoco. Por eso y más, te dedico este escrito ♪"
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