Casi las 12 AM y yo ando aquí, en mi habitación, escuchado cómo el silencio es roto por un objeto que me mantiene fresca esta noche (Ventilador). Justo a mis pies se encuentra el libro que actualmente leo llamado "Como el río que fluye" de Paulo Coelho, libro interesante que me ha atrapado por horas.
Ahora bien, me encuentro escribiendo algo que no valdría la pena publicar pero... Seguiré.
Cosas he pensado, cosas maravillosas y otras no tanto, recordando momentos de mi vida que ya mi memoria había desechado. Como me he reído, conmovido y suspirado leyendo mi viejo diario. Como veo todo lo que he cambiado en estos últimos seis años, momentos aquellos en los que sólo me preocupaba en tener la nueva muñeca que lloraba, cuando reía en todo momento, cuando no sabia el significado de "lo malo" y su gran diferencia de "lo bueno".
En fin, aún no sé porque sigo con el lápiz en mi mano rayando esta desgastada página con garabatos y frases que a nadie le interesan.
Mi cabeza, tan llena de cosas, tan creativa, es como un baúl de recuerdos que se abre en determinados momentos. Puede que nadie me entienda al momento de hablar y expresarme y piensen que mis actos no son convincentes e irrelevantes pero... ¿Saben que?, yo con entenderme, estar segura y clara en mis actos me basta, luego buscaré la manera de hacer que aquellos que fueron incapaces de entenderme lo hagan, claro, siempre y cuando me importe que esa persona me entienda.
Cada cabeza es un mundo, ahora, es cosa de querer explorarlos todos... Yo con haber explorado y aventurado en los mundos de mis amigos, soy feliz y totalmente satisfecha me siento.
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